Wellcome to the real life.

Llega un momento en el que te das cuenta de que realmente estas solo. Sí, tienes a tu familia y a tus amigos, incluso algunos puede que tengáis pareja, pero en los malos momentos, cuando ni tu mismo te comprendes, nadie está ahí. Nadie puede ayudarte de ninguna forma posible. Cómo mucho te pueden elevar algo la moral, pero ya está. Nadie te va a ayudar a comprenderte, nadie te va a decir que tienes o no que hacer para poder tirar para adelante, nadie te va a decir que es lo mejor para ti, nadie te va a dar la mejor opción  ni te va a quitar los problemas de encima. No. Esto no es como cuando teníamos 7 años y mamá venía a atarnos los cordones porque nosotros solos no podíamos. Ya no. No hay marcha atrás... Wellcome to the real life.
Ya nos gustaría volver a esas edades, o incluso a los 13, 14 años. Donde solo queríamos aparentar ser mayores y decíamos que todo era una mierda. Si yo hubiese sabido que esos años, de momento, iban a ser los mejores de mi vida no los hubiese malgastado diciendo, "jo, que asco de vida".
Y ahora, todo el mundo se encarga de recordarte que TODO, absolutamente todo depende de ti, que ni mamá ni papá van a estar ahí siempre, que las decisiones las tienes que tomar tu, que ya eres una persona adulta... También te dirán que debes cambiar tu forma de ser, que siendo como eres no vas a llegar nada, que te tienes que aprender a callar, a no quejarte tanto, a no dejarte llevar, a aprender escuchar a los demás... Que por un lado es una verdad como un templo, pero va a llegar un momento en el que vas a querer explotar y todo lo que te has estado callando, todo aquello de lo que no te has quejado, todo lo que has escuchado y tragado va a rebosar y vas a tener ganas de llamar de todo a alguien. Me ha pasado hace escasa hora y media. He tenido que ignorar a esa persona, ponerme a escuchar música e intentar no explotar. Y aquí estoy. Sé que mañana en el recreo vendrá, me tocará las narices y la pegaré cuatro gritos y todo lo que hoy he aguantado se irá a la mierda y tendré que volver a empezar, como siempre. Pero eso solo dependerá de mi, como casi todo ya.