martes, 13 de diciembre de 2011

Nunca, siempre, tal vez, no se...

Nunca lo he admitido, a ti si, mil veces. 
Somos amigos, genial, buen rollo, nada de movidas ni rayadas... pero esto ya es raro. Lleva siendo raro desde el primer día, lo sabes, lo sé. También sé porque nunca has sido capaz de dar el paso, sé porque utilizaste cada una de tus escusas, una y otra y otra vez, hasta hoy las sigues utilizando.
También sabemos ambos que es inevitable perder el contacto, sabemos que aunque no hablemos en un tiempo, acabaremos hablando, cederé yo o lo harás tu, siempre acabamos haciendo alguno...
Hay confianza, creo que eres el único chico con el que he tenido tantísima confianza. Es que me da igual decirte todo lo que pienso y, aunque dude, siempre confío en ti. 
No se, no se que es lo que tienes, que es lo que me hace caer, y caer y volver al mismo punto de siempre.
Pueden pasar multitud de cosas en nuestras vidas, que pase lo que pase volvemos al mismo punto. Nuestras conversaciones, nuestros pensamientos, nuestras miradas siempre vuelven a ese punto.
Tal vez lo que sientas no sea suficiente, tal vez nunca lo sea o, tal vez, lo sea y no lo quieras ver.
Solo una vez te lo pregunté y, ante la negativa, me resigne a ser lo que somos.
No voy a volver a preguntar, somos ya suficientemente mayorcitos como para saber lo que queremos y decir lo que sentimos.
Yo, quiero que sepas, que pase lo que pase seré tu amiga, ahora es lo que quiero ser, pero no porque no sienta, sino porque no me veo capaz de nada.
Eres importante para mi, y sé que yo también lo soy para ti, de una forma u otra lo soy.
A veces pienso en que pasará dentro de unos 10 años... dónde estaremos, qué será de nuestras vidas, en si compartiremos la vida con alguien... A lo mejor dentro de ese tiempo lo único que me quede de ti sean las conversaciones del pasado, tus perfiles de las redes sociales y los recuerdos, o tal vez ni eso. Pienso en si dentro de ese tiempo seguirás siendo igual de importante que hoy para mí, si tu te acordaras de mi, si por alguna casualidad del destino nos volvamos a encontrar. En si nos reconoceremos, bueno, en si me reconocerás, porque yo tengo claro que esos ojos... no los voy a olvidar.

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